Cuento corto: Promesa
Suéter y carta
Desde que te fuiste, despertar cada día se vuelve masdifícil, mis ojos se cierran, mis parpados son pesados, tengo sueño, y soloquiero estar acostado todo el día. Olvidaste tu suéter, tu aroma sigue impregnado en él; algunos días temo tocarlo durante mucho rato, temo que tu aroma desaparezca, y aun así cada noche lo abrazo como si fueras tu durante unos pocos segundos, luego lo guardo en el cajón. Cada día tu esencia desaparezca, comienzo a perderte.
Estoy tirado, es mediodía, llevo días aquí. He llorado algunas noches, te extraño mas de lo que creía, quiero abrazarte, besarte, pasar un segundo más a tu lado. Quisiera poder dormir toda la noche, seguir soñando contigo, no sentir este agujero en mi pecho. No tengo hambre, ha desaparecido mi apetito con tu ida, la cajetilla de cigarros me la he acabado, el cenicero esta lleno. Algunos días siento la necesidad de querer salir y fumar, pero simplemente no tengo las fuerzas. Me levanto a tomar un vaso, lo lleno de agua, tengo la boca seca.
Me he prometido levantarme al día siguiente, tal vez salir al parque o tomar un baño, pero todos los días rompo la promesa, hoy sería el último día que me lo repetiría
Recuerdo ese domingo, acompañándote al aeropuerto en el metro, observando la ciudad, pudiera decir que era otro día perfecto como todos los días que paso junto a ti, pero por primera vez era mentira, , dentro de mi, sentía un dolor agudo, una presión en el pecho, no quería dejarte ir, me sentía inmovilizado, no sabia como quitarme ese nudo en la garganta, mi mundo te pertenecía y no sabia que hacer sin el. Mi corazón parece latir mas lento conforme se acerca nuestro destino.
El camino fue en silencio, mirábamos al vació, sabiendo que ese dia seria el ultimo de nuestra relación, no tenia caso. Tu vivías lejos, tal vez nunca podría volver a verte, tocarte o sentirte.
Llegamos, imploraba que el tiempo fuera mas lento, tome tu mano, te acerque a mi y te bese, el tiempo nunca se detuvo, como hubiera querido.
- Lo prometo- le susurre, contradiciendo lo que habíamos dicho unos días antes, cumpliría lo que le había dicho, no sabia como, ni cuando.
Te entregue la carta, y te pedí que la abrieras hasta que llegaras a tu casa, tu hiciste lo mismo, aveces eramos tan similares… Te vi alejarte con tu maleta en la mano, y mi carta en la otra. Ninguno de los dos lloro a la vista, pero se que los dos por dentro nos resquebrajábamos. Nuestro amor nunca se apagaría. Tu silueta se volvía cada vez mas pequeña, luego desapareciste. Fue como si la luz se hubiera ido, te habías ido.
El tiempo pasa lento, como si me recordara que estoy sin ti.
Me aferro a tu recuerdo, la carta que me diste reposa en la mesa, enfrente del sillón, la televisión esta prendida, no se que programa esta, quite el sonido hace varios días, lo único que se escucha es el ventilador, constante, repetitivo, algunas hojas se han movido con el aire. Llevo días sin limpiar, los platos sucios se acumulan, estoy rodeado de bolsas de alimentos, lo único limpio, es la mesa donde reposa la carta. Tengo que pisar con cuidado mi regreso, la comida chatarra se ha esparcido, y una mezcla extraña de refresco con botanas se ha pegado en el suelo y mesa No importa nada, mis pies descalzos se impregnaron de suciedad, me la quite con una servilleta media sucia, la tire al suelo, y me recosté de nuevo, mirando la televisión.
He leído miles de veces la carta, ya me la memorice, las palabras resuenan en mi cabeza como si tu la leyeras.
“ Querido Carlos, se que hace tiempo veníamos venir esto, nuestro momento juntos fue perfecto, me enseñaste muchas cosas, creaste y me enseñaste un mundo nuevo, uno que ya se volvió parte de mi, se que tu y yo estaremos a miles de kilómetros de distancia, pero quiero que sepas que siempre te amare, quisiera creer que algún día volveré a verte, quisiera poder cumplir lo que has causado en mi, no quiero alejarme de ti, no quiero irme, cada noche lejos de ti recordare esa primera noche que dormimos juntos, la que nos quedamos dormidos en el sillón mirando esa película tan trágica y bonita, donde le chico le pidió casarse con ella, y ella le pidió que consiguiera una gallina blanca, y yo dije riéndome, esas son muy fáciles yo pediría un unicornio, corazón, al día siguiente cuando desperté tenia uno mi lado. Me dio miedo, jamas te pregunte, pero ese peluche que me diste abrio una puerta que jamas había pensando, me dio esperanza, se que dijimos que terminaríamos por la distancia, pero en mi corazón, siempre esperara que algún día cumplas tu promesa, que yo estaré lejos, esperándote, te amo”
Cierro los ojos, el frió me invade, tomo el suéter y lo abrazo, me recuesto de nuevo al sillón, mirando al vació, muchas cosas pasaron en este lugar, todos esos recuerdos, contigo fue mi primera vez, mi primer amor. En algunos días me regresaría a mi país, y dejaría ese lugar también, si pudiera me aferraría a ese departamento, lo único que me quedaba de ti es tu suéter con tu aroma , y la carta que se había manchado de mis lagrimas.
Reencuentro
Han pasado varios años, algunas veces creo todavía logro recordar tu risa o tu aroma, soy feliz, durante mucho tiempo estuve perdido. Pero el tiempo ha curado ese vació que sentía cuando te fuiste.
Hoy podría ser un día cualquiera, durante años nos escribíamos, pero poco a poco las cartas que enviábamos se volvían menos frecuentes, cortas. Nunca deje de amarte, simplemente el mundo que creamos se volvía menos creíble, volviendo a la cruda realidad.
Me he vuelto menos vulnerable, algunas chicas me podrian decir que les he dado la esperanza, he jugado con ellas, tal vez sea verdad, no debi dejarte ir nunca, tu tenias todo, no digo que no pase el tiempo bien con ellas, pero con el tiempo todas quien lo mismo, me ruegan, quieren algo serio, controladoras. Me gusta mi libertad.
Viajar a tu ciudad me ha abierto esos recuerdos, como una herida que se ha abierto de nuevo. Al llegar al aeropuerto, me imagino cuando tu lo hiciste hace cinco años, cuando recogiste tu maleta. ¿Tu familia te esperaba? . Borro esas ideas de mi mente, estoy cansado, un vuelo de trece horas me ha dejado exhausto. Miro el reloj son las diez de la mañana, tengo que aguantar doce horas despierto. Tomo mi pequeña maleta, lo único que había decidido traer en el viaje. Tengo que tomar el tren, me acerco a uno de los guardias y le hablo en frances, el hombre me contesta rápidamente se me hace un poco difícil entender sus palabras, aun asi lo comprendo. Tomo el RER B, que menciono, me dejara por el centro, a unas cuadras de mi hotel. Me gusta moverme en transporte urbano
Paris, una ciudad que muchos dicen que es la ciudad de los sueños, de la luz , del amor, para mi es el de mi mundo olvidado, el tuyo.
Entro al metro, no hay tanta gente como esperaba, huele un poco fuerte, por no decir desagradable, escuchar a todos me hace recordarte. El metro se mueve rapido, hago treinta minutos, veo no muy lejos la famosa torre Eiffel, bajo en la parada que me indica el GPS, camino unas cuadras, se siente extraño, he viajado mucho en el ultimo año. Se cuatro idiomas, y aprendo un quinto, incluyendo español, ingles, frances y japones , estoy aprendiendo el portugués Normalmente soy el traductor y negociante de la empresa donde trabajo, me contrataron como un asistente, pero pronto me promocionarían. Ya habia viajado a Tokio, Rio de Janeiro, y ya tenia programado viajar en seis meses a Alemania. En algunos días llegarían mis jefes, por lo pronto tenia que estar en comunicación con la otra empresa y el tiempo libre, podía conocer la ciudad.
Llego al hotel, me registro, y dejo mi maleta en la habitación, es simple, una recamara con una cama individual, un baño, decoración simple.
Mis ojos se cierran, tengo mucho sueño, pero quiero conocer algunos museos y la ciudad. Camino entre las calles, estoy pensando en ti, cuando me describías tu ciudad, los lugares secretos. Intento recordar tus palabras, de cuales pero no logro hacerlo, se que en algún lugar están tus lugares favoritos, donde celebras tus cumpleaños, o alguno de los parques de tu infancia.
No te escrito este año, no sabia si hacerlo cuando me entere que vendría a tu ciudad, una extraña sensación recorrió mi cuerpo, sentí alegría, pero cinco años era mucho tiempo, se que mi corazón y cuerpo todavía te quiere , pero y ¿tu?
Escucha varios músicos tocar, violines, pianos, me quede un rato entretenido, encantado, hace años que no toco mi piano, llevaba años empolvándose en la casa de mis padres. Sigo caminando, alejándome de la música que me pedia quedarme . Entre a la panadería, su olor había llamado mi estomago, compre unos panes recién horneados, y en la esquina donde estaba el super, compre un yogur. Me sente en una banca, comí mi desayuno, observe a la ciudad.
Llegue al hotel, me registre, y me dieron la habitación, era sencilla, deje mis cosas en la cama. Decidi darme un baño, me puse ropa fresca, el dia estaba perfecto para turistear. Mire mi reloj, ya daban las doce.
Llamarte, visitarte , que hacer. Saque mi celular, puse tu dirección en el celular, el mapa me indico como llegar desde mi posición, bendito GPS.
Mire las rutas de camiones o metro que debía tomar para llegar a su casa que se encontraba orillas de la ciudad, no tenía ganas de perderme, no me agradaba la idea, tenía el dinero suficiente para pagarme el taxi, ademas que mi jefe me había dicho que debía usar el taxi, la empresa se encargaría de los gastos mios, aunque fueran personales, decidi hacerle caso esta vez, además necesitaba encargarme de unas llamadas de negocios en el camino.
El taxi no tardo en aparecer, le dije a donde, arranco, mire por unos segundos como me acercaba, En el camino, marque a mi jefe, llegaría mañana a las siete de la noche, así que para esa hora tenía que tener arreglado los últimos detalles de su viaje Colgué y observe mientras el paisaje cambiaba de las calles surrealistas. Comencé a sentir el pánico, ella todavía vivía con sus papas. Era demasiado tarde, el taxi se detuvo, pague los setenta euros. Reconocí la casa, me había enviado una vez la fotografía de su hogar. Pequeña, comoda. La seguridad que tuve en ir había desaparecido. Camine alrededor de la cuadra, me detuve en un parque, era sábado. Varios niños jugaban en el resbaladero.
Segui caminando, la imagen para unos padres de un hombre de unos veintitantos mirando niños seguro causaría problemas. Tal vez regresar al hotel no era mala idea, continuar con mi vida. La idea sonaba tentadora, pero eso no era lo que quería, no dejaría que el miedo me detuviera, me arrepentiría toda mi vida.
Me acerque a la puerta de la casa, toque el timbre, dentro se escucho como resonó, nadie respondió. Era hora de irme, lo había intentado. Una señora de unos sesenta años me abrió, traía unos shorts y una blusa, su cara, hasta su expresión se parecía a ti.
- Bonsoir madame – dije un poco trabado, seco. Estaba un poco paralizado
- Carlos- escuche una voz muy conocida tras su madre- Andrew- la joven que tenia enfrente no se parecía a la chica que conocí, era aún más hermosa. te acercaste a mi, me abrazaste, sorprendiendo a tu madre y aun mas a mi. Te abrace también, sintiendo miles de cosas
- Mère, il est Carlos…- dijo un poco incomoda, sus mejillas se pusieron rojas. La mama parecia un poco incomoda y molesta
- Asi que eres tu el chico que habias estado esperando- dijo con un acento extraño, no esperaba que hablara español, su mirada me recorrio Senti la tension
- Mama – dijo molesta, su español habia mejorado mucho . La mama se retiro adentro de la casa
Nos sentamos en la banqueta.
- Carlos, que hacer aquí – pregunto, la emoción había desaparecido, estabas seria, molesta
- Yo… venia de negocios, y pensé en visitarte
- Existe el celular, porque no me dijiste nada-
- Yo no lo pensé, fue espontanea mi decisión – me sentía sorprendido, te miraba, estabas hermosa
- Carlos, creo que es momento que te vallas, me alegra verte pero hace tiempo que nuestras vidas tomaron distintos caminos.
Sentí una apuñalada, no sabía que sería tan frio, tan doloroso esto. Asentí, incapaz de contestar, tenias razón, hace tiempo que los dos habíamos decidido nuestro camino. Me levanto, extiendo mi mano, para que te apoyes sobre mi, la rechazas, te levantas.
- Bueno, creo que es todo- digo un poco incómodo, incapaz de saber que hacer. Le doy un beso en la mejilla y camino un poco mareado.
Te quedas parada, mirando como me alejo. Camino hacia al parque, se que en algún punto tendré que buscar la manera de regresar, pero ahorita no me importa. Solo quiero sentarme en alguna banca y que no me veas llorar, busco en mi bolsillo los lentes y me los pongo.
No escucho tus pisadas ni palabras detrás mio, es hasta que me detienes con tu mano que me doy cuenta que eres tu.
- Porque no cumpliste tu palabra- preguntas con lagrimas en los ojos
- Yo… pensé que era lo mejor para ti- conteste, intentando tomar de nuevo tu mano, esta vez no la quitas, pero siento eso que tanto temía, agacho la mirada, un anillo, lo toco, siento mi corazón resquebrajarse, tengo celos, estoy enojado conmigo, porque soy un tonto, porque espere tanto
- Te espere mucho tiempo Carlos, lo mas que mi corazón soportaba ver como cada dia me olvidabas
- Nunca lo hice- conteste, conteniendo las lagrimas
- Lo se- contestaste, incomoda
- Cuando te casas- te pregunto
- Dentro de dos semanas
- Lo amas- pregunto- afirmacion , acordándome del refrán la curiosidad mato al gato
Asientes, desvió la mirada incapaz de mirarte a los ojos.
- Esta bien- respondo con un nudo en la garganta, te miro de nuevo, quiero que veas sinceridad- es lo que siempre quise, mientras tu seas feliz, yo lo sere- la mentira mas grande que le podía decir, algun dia yo también seria feliz, pero en estos momentos aunque tuvieras toda la felicidad del mundo yo lo seria, me alegro por ti
- Algún día conocerás una chica, o tal vez ya lo tengas, ella será la indicada- sonrio, apenas podía mantener una chica que no quisiera tener una relación- me estoy equivocando verdad- dices segura, me conoces demasiado bien
- No- contesto sabiendo que hay poca posibilidad que te la creas, aun asi lo haces, tu mirada se tranquiliza, se ve menos torturada. Estamos enfrente de tu casa
- Todo estará bien- la abrazo y te contesto, un taxi se acerca, le hago una seña, me alejo de ti, no se con quien estes, pero espero que seas feliz. Me subo al taxi, le doy la dirección de mi hotel. Tu te quedas mirando el carro alejarse. Da la vuelta y te pierdo de vista. Me limpio las lagrimas que se asoman.
Mi celular suena, lo ignoro, suena de nuevo, miro tu mensaje. Si me amas de verdad regresa, que yo te sigo amando
- Deténgase, stop- he perdido el sentido, estoy a unas cuadras, saco un billete y se lo entrego- tenga un buen día, el hombre me ve sorprendido, antes que diga algo, he abierto la puerta y he salido del carro.
Miro mi celular su dirección sigue marcada, el gps me guía. Corro, no hay nada que me detenga, escucho algunos carros pitándome, gente gritándome cuando sinquerer la he empujado. He llegado a tu colonia, estas en el parque, te reconozco estas en la banca. Estas agachada mirando tu celular. No dejo de correr, cuando llego a ti, has levantado tu mirada, tienes tu anillo de compromiso en las manos, estabas llorando, sonries, las lagrimas todavía caen
- Volviste – susurras
- Si- contesto, te abrazo- no te volveré a dejar ir, no me ire de tu lado - te beso en tus labios y tu me respondes. No tengo la menor idea como le haría, pero en estos momentos lo único que me importa eres tú.
Siento tu respiración, tus brazos se extienden en mi cuello. Me miras y se que ese amor que teníamos no ha desaparecido
- Por que tuve que decirte que volverías- preguntas, pero no me dejas responderte. Me quitas los lentes, mis ojos están húmedos, una lagrima resbala por mi mejilla, estas sorprendida. Me besas y los dos sabemos que nadie nos separa nunca.
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