Recuperacion

Es extraño, sentir como recuperas parte de lo que eres en realidad, aunque probablemente era uno de los retos mas difíciles, la  mayor parte del tiempo la abstinencia me causaba dolor psicológico y físico. Aun asi estaba agradecido, las cosas parecían estar mejorando, lo único que odiaba mas que la abstinecia eran esas  esas terapias familiares; donde en la mayoría mis padres terminaban discutiendo, y no llegaban a una solución;  fue que por eso las terapias se extendieron a terapia de pareja; a pesar que estaban ya divorciados era necesario ya que la terapeuta explico que los canales de comunicación, respeto estaban mal.  Fue así como pronto comencé ver mas a papá, una parte de mi lo había odiado los últimos cuatro años de mi vida. Las pocas veces que lo veía, terminábamos peleados… la última vez que lo había visto fue dos meses antes de cumplir los dieciocho años; su afán por estar  con otras mujeres logro que no quisiera visitarlo mas, normalmente en  mis visitas desaparecía, o tenía que estar afuera de su casa en lo que estaba con otra mujer. Además tenia un carácter que nunca pudo agradecer ni felicitarme por mis logros o trabajos, todo lo contrario, nunca estuvo satisfecho.  

Una de las peores partes de no consumir son los efectos secundarios, odiaba sentirme fuera de esta realidad, esa sensación que estoy fuera de mi cuerpo, que no pertenezco ahí, todavía me causaba alucinaciones y jaquecas por momentos, lo frustrante era tener que detenerme lo que hacia y estar consiente que esa paranoia que sentía a veces era causada por los efectos; una de las primeras etapas del tratamiento fue estar dos meses en un centro de rehabilitación, los días son fogosos no recuerdo mucho, el no poder consumir fue difícil, mi cerebro bloquea esos momentos. He regresado a casa, mi cuarto ha sido renovado, han limpiado todo, , todos mis  llevo mas de cuatro meses sin hablar con alguien que no sea el terapeuta o mi familia,

Anhelaba tener esos momentos en lo que lo único que importaba era estar con mi mejor amigo y a  Cecy, pero había quedado claro, había roto tanto mis promesas que no confiaban ni querían verme  y era cierto, quien quiere a una persona que había traicionado su confianza, mentiras y malas decisiones me habían llevado a este punto donde no quería estar solo pero yo lo había causado

Era fin de semana asi que podía quedarme todo el dia en la cama o levantarme, decidi seguir la segunda opción, el ejercicio realmente me ayudaba a distraerme y expulsar todas las toxinas posibles de mi cuerpo, además quería recuperar mi forma y mi resistencia. Mire el reloj eran las ocho de la mañana, todavía podría correr sin que el sol me abrazara. Me levante de la cama, me puse unos shorts y una playera, tome mi celular y los audífonos. Sali de mi cuarto y baje las escaleras

-              Buenos días hijo- saludo mama

-              Buenos días- conteste, abri la puerta – regreso en media hora- dije y cerre la puerta antes que contestara. Me puse los audífonos puse mi playlist favorita, active la aplicación para que tomara el tiempo y la distancia que recorrería, no cambiaria que  la ruta que llevaba casi tres meses corriendo, cada semana corria un poco  mas en el mismo tiempo. 

Recuperar mi condición estaba siendo realmente difícil, mas cuando el cigarro había reducido la capacidad de mis pulmones, pero comenzaba a notar la diferencia de estar sano. Comencé con un trote que duraría un minuto y de hay comenzaría a correr.

El viento estaba frio, nubes grises cubrían el cielo, asi que el sol no me molestaría. Coordine mis pasos junto con la diversión, por cada paso que daba inhalaba, repetia eso dos veces y expulsaba por la boca, la respiración era  importante, si no quería terminar cansado antes de terminar mi tiempo.

Me gustaba escuchar la música electrónica cuando hacia ejercicio, correr me gustaba, terminando siempre tomaba la distancia que corría, quería ponerme en forma, una parte de mi quería demostrar que todavía podía ser ese chico honesto.

Quería recuperarla, quería tener de vuelta a mi mejor amigo  y a Sofi, realmente estaba intentando cambiar todo, hacer ejercicio, tocar de nuevo mis instrumentos, leer, tal vez algún dia ella me perdonara. A mitad del camino me empezó a dar sed se me había olvidado cargar agua, asi que hasta llegar podría tomar algo.

Termine de correr, el celular vibro en mi bolsillo, faltaban cinco minutos para terminar mi tiempo, regrese para ir a casa, tome fuerzas y corrí lo mas rápido que podía, subi el volumen de la música, probablemente quedaría sordo, pero la música hacia que mi cuerpo se sintiera mas motivado.   Había recorrido casi seis kilómetros , pero de donde estaba a la casa era un kilometro y medio, eso significaba que tendira que correr un cincuenta por ciento mas rápido, y aguantar. Si lo hacia habría hecho un kilometro mas que toda la semana, lo que era una gran diferencia.

Para cuando llegue a la casa, sentía que mis pulmones ardían al igual que mi cabeza parecía explotar, me había pasdo por unos segundos del tiempo que marque, pero en mi mente había cumplido, asi que ahora tendría que avanzar los siete kilómetros y medio mas.

Abri la puerta. El olor a panques era exquisito, mucha tentación, pero aún me  faltaba hacer un poco de ejercicio, primero pase a la cocina, me servi un vaso de agua y comencé a darle tragos

-              Vas a desayunar- pregunto mama

-              Todavía me faltan unos estiramientos – conteste, dejando el vaso vacío en la mesa, todavía tenia mucha sed, pero no quería que se me llenara el estomago y comenzara a dolerme.

Subi a mi habitación, había instalado una barra a, para hacer ejercicios. Prendí el ventilador y empecé  los dips, había buscado en internet la manera correcta de hacerlos. Haría diez, mi cuerpo todavía estaba preparado. Estos ejercicios los alternaba con mancuernas.

Mi celular sonó, pero hasta terminar, contestaría. Me quite la camisa, tenia que bañarme, estaba apunto de quitarme los shorts  cuando alguien toco la puerta, lo mas probable es que fuera mama avisándome que bajara

-              Pasa- dije-  ya no tardo en bajar… - no pude terminar la frase. Cecy estaba enfrente

-              Hola Fabian – dijo, sonrojándose, su mirada había pasado por mi cuerpo

-              Cecy -  salude abrumado

-              Como estas – pregunto

-              Bien… considerando  lo que ha pasado - respondi

-              Que bueno, este… pasaba para preguntarte  si querías salir mas tarde

-              Me encantaría- conteste al momento

-              Bueno te dejo, para que sigas haciendo ejercicio-

-              Ya termine, ¿ya desayunaste?

-              No… pero-

-              Quédate a desayunar- suplique,

-              Hoy no Fabian, otro dia- respondió – te veo al rato

-              Si… yo te marco- respondí, viéndola cerrar la puerta.

Todavía abrumado, abri la regadera, me desvestí y me metí a bañar.  No podía esperar por verla de nuevo.

Termine de enjuagarme, me vestí y baje a desayunar, mama había dejado de trabajar, había conseguido que una amiga de la universidad llevara la contaduría de la empresa, podría decir que la organización que había logrado en el trabajo , era todo lo contrario a lo que sucedía en casa.

El olor a panquecillos  me causo mucha hambre, pero eso era algo no permitido en mi dieta

-todo bien con Cecy- dijo, no supe si era pregunta o confirmación. Me paso mi licuado, tenia proteínas, y otros polvos que servían para nutrirme

- no se, al rato la veré- dije, tomándome un sorbo del licuado, el sabor ya no era tan desagradable, hasta le había comenzado a tomar gusto.

- vas a querer panqueques

- no gracias- conteste, se veían ricas  y su olor había inundado mi cuerpo. Termine mi jugo.

-Toma te prepare los huevos, tal y como dice en tu dieta.

- oh – dije sorprendido – porque – pregunte confundido- ahora vamos a fingir que eres una buena madre- dije enojado- que hay de Lore, la dejaron irse, y todo porque no seguía su estúpido estereotipo, acaso le han pedido disculpas, por su culpa llevo mas de dos años sin saber nada de ella, desde aquella vez que la amenazaron que dejara de hablarme . Fabian. repetía mama – no les perdonare nunca,  no se puede fingir eso