Juegos

Siento la adrenalina recorriendo mi cuerpo, nada importa, solo el presente. Miro  a mi alrededor, todos están bailando, me acerco a un grupo de chicas que me hacen señas, ellas bailan, me rodean, sonrio. Comienzo a bailar, sintiendo como si la música fuera parte de mi, las luces parecen ser mas fuertes. Estoy mareado, feliz, siento que todos mis sentidos  están alertas, una chica se acerca a mi, me besa el cuello, mi cuerpo tiembla de placer, sus labios llegan a los mios. La beso, mis manos se deslizan por su cadera, la presiono contra mi, mi cuerpo la quiere. Ella vuelve a besarme el cuello, y sus manos bajan por mi estomago. Respondo, tomo su cara, la beso, la muerdo. Bailamos, pasan varias canciones. 

Ella se detiene, y toma mi mano, me guía entre la gente, y me lleva escaleras arribas. Ya no tengo novia, se que  no hay nada que pueda detenerme,  pero Cecy viene a mi mente, sigo amándola. La chica se detiene, de su bolsa saca unas llaves, la introduce a la cerradura y abre la puerta.

Me toma de la camisa, y me empuja dentro de la recamara, esta oscura, vuelve a cerrar la puerta con seguro. Me dejo guiar, escucho nuestras respiraciones, la chica me avienta a la cama.

Mi cuerpo reacciona, la chica es bonita y tiene buen cuerpo, la beso intentando no pensar en mi exnovia, pero cada segundo que intento no hacerlo, ella aparece. La chica se da cuenta que ya no estoy reaccionando como quiere, me muerde, y me empieza a desabrochar la camisa, mientras su boca baja lentamente, sus manos intentan prenderme de nuevo. Le quito el vestido, en unos movimientos. Ella vuelve a su trabajo, su boca me esta besando, comienza a bajar cada segundo mas, ha llegado a mi estomago. La chica esta en cuclillas, comienza a desabrochar mi cinturón. Siento una oleada de placer cuando me quita el pantalón.

Cecy, su recuerdo me detiene, se que esta es mi oportunidad, el efecto del alcohol, y tachas, comenzaba a bajarse, se que ya habían pasado varias horas, aunque no recordara mucho. Mis manos la detienen, mi cuerpo lo quería, pero ella había luchado por mi mucho tiempo, me estaba esperando.

La chica lucha, pero la sostengo, ella se para, esta enojada. Me he acostumbrado a la poca luz que entra por un espacio entre la ventana y la cortina, la chica todavía esta drogada, yo ya no…

-              Idiota- deja escapar unas palabras, y me da una cachetada que me deja atontado, la chica se esta vistiendo.

En algún punto se había quitado el vestido, no traía brazier, sus pechos estaban firmes, los que antes me hubieran vuelto loco. Solo trae sus bragas. Prende la luz de su recamara, esta encabronada. Busca y encuentra lo que buscaba, su brazier, otra cosa que no había notado cuando se lo había quitado o yo lo había hecho. Me pongo el pantalón rápidamente. Ella esta ya poniéndose el vestido, tomo mi camisa y me abrocho unos cuantos botones. Me acerco a ella. No hay nada peor que una chica enojada y drogada, además por las llaves, seguro era la hermana del dueño de la fiesta, no quería ningún problema. 

La detengo, ella lucha. Intenta gritar, pero mi mano la detiene.

-              No te hare nada- digo, ella lucha. Tengo que callarla, en mi bolsillo todavía tengo todavía un paquetito-  tachas, quieres  – nunca hacer tratos con chicas adictas- saco el paquetito de mi bolsa- se lo entrego, fácil debían quedar unas cuantas

-              Hecho- dice sonriente, chica fácil, espero que cuando se le bajara lo drogada, si alguno de estos días lo hacia, no recordara mi cara.  Ella se sienta en una de las sillas, la recamara definitivamente es de ella, esta decorada en rosa, hay unas fotos en los portarretratos, en algunas sale ella. Estaba seguro que ya se iba a drogar de nuevo, escucho el ruido de la bolsa abrirse El sonido de la música todavía es fuerte, veo unos pocos chicos bailando todavía en la sala. Otros están tirados dormidos, no tardarían en despertar, drogarse y continuar con la fiesta.

Nadie me reconoce, hace rato que mis amigos se habían ido, no querían mezclarse con ese tipo de gente. Salgo de la casa, no veo mi carro, ni siento mis llaves, uno de mis dos amigos se lo había llevado, no les gustaba que manejara drogado, el celular estaba en el carro maldigo, lo había dejado en la ultima fiesta me habían robado uno, cuando estaba drogado, al menos todavía tengo la cartera en mi bolsillo trasero, camino la cuadra completa. La mansión abarcaba toda la manzana, miro mi reloj. Son las seis de la mañana,. 

Me duele un poco la cabeza, y tengo sed. Camino para la salida de la privada, los guardias no dicen nada, me dejan salir por la puerta. Sigo la calle, se que estoy lejos de mi casa, debería pedir un taxi, pero tengo las ganas de seguir caminando. Conforme lo drogado y alcolizado se me bajas comienzo a reconocer las calles, me detengo en una tienda, compro un refresco y unas papas.  Cerca de hay, vive Julio, era mi mejor amigo. Me dirijo a su casa, espero que me abra. Toco la puerta, Sofí me abre, sigue siendo la chica bonita de la que una vez me enamore, Julio, grita. Me duele mucho la cabeza, y me siento mareado. Mi mejor amigo aparece, Sofí ha desaparecido.

-              Necesito ayuda, se que tengo un problema- digo, antes de caer desmayado afuera de su recamara